¿Cada Cuánto Tiempo Deberías ir al Dentista?

¿Sabes cada cuánto tiempo deberías ir al dentista? ¿Qué beneficios tiene hacerlo? ¿Qué riesgos implica no hacerlo? En este artículo, te daremos las respuestas a estas y otras preguntas, para que puedas cuidar tu boca como se merece.

La salud bucodental es una parte esencial de nuestro bienestar general. Una boca sana nos permite comer, hablar y sonreír con confianza y comodidad. Sin embargo, muchas personas descuidan su higiene oral y no acuden al dentista con la regularidad necesaria.

Esto puede tener consecuencias negativas para nuestra salud, como la aparición de caries, enfermedades de las encías, mal aliento, pérdida de dientes o incluso problemas más graves como el cáncer oral.

La clínica dental de la Dra. Mónica López Galindo

La clínica dental en Valencia de la Dra. Mónica López Galindo es una de las opciones que tienes si buscas un dentista en Valencia. Según la información que he encontrado en la web, esta clínica ofrece servicios de implantes dentales, cirugía, niños, ortodoncia, periodoncia y prótesis. La clínica está situada en la calle Duque de Calabria 17, en el barrio de Eixample, y su número de teléfono es el 963 33 18 88.

La Dra. Mónica López Galindo es una dentista con más de 20 años de experiencia, que se ha especializado en ortodoncia invisible, ortodoncia lingual e Invisalign. También realiza tratamientos de estética dental, como carillas de composite, blanqueamiento dental o férulas de descarga. Según las opiniones de sus pacientes, la Dra. Mónica López Galindo se destaca por su profesionalidad, su trato exquisito y su buen ojo clínico.

¿Por qué es importante ir al dentista?

Ir al dentista no solo sirve para solucionar problemas dentales, sino también para prevenirlos. El dentista es el profesional que se encarga de examinar, diagnosticar y tratar las diferentes afecciones que pueden afectar a nuestra boca. Además, nos puede dar consejos y recomendaciones para mejorar nuestra higiene y hábitos bucodentales.

Algunas de las ventajas de visitar al dentista son:

Detectar y tratar a tiempo las caries

Las caries son lesiones que se producen en el esmalte dental por la acción de las bacterias que se alimentan de los restos de comida. Si no se tratan, pueden avanzar hacia la dentina y el nervio, causando dolor, inflamación e infección. El dentista puede detectar las caries en sus etapas iniciales y eliminarlas con una obturación o empaste. Si se dejan sin tratar, pueden requerir tratamientos más complejos como una endodoncia o una extracción.

Prevenir y tratar las enfermedades de las encías

Las enfermedades de las encías son inflamaciones e infecciones que afectan a los tejidos que rodean y sostienen a los dientes. Se deben a la acumulación de placa bacteriana y sarro en la línea de las encías. La forma más leve se llama gingivitis y se caracteriza por sangrado, enrojecimiento y sensibilidad de las encías.

La forma más grave se llama periodontitis y puede provocar la retracción de las encías, la formación de bolsas periodontales, la movilidad y la pérdida de los dientes. El dentista puede prevenir y tratar estas enfermedades con una limpieza dental profesional, que elimina el sarro y la placa, y con otros tratamientos específicos según el caso.

Evitar el mal aliento o halitosis

El mal aliento es un problema que afecta a muchas personas y que puede tener un impacto negativo en su autoestima y sus relaciones sociales. Una de las causas más frecuentes del mal aliento es la falta de higiene bucal, que favorece el crecimiento de bacterias que desprenden gases malolientes.

Otras causas pueden ser las caries, las enfermedades de las encías, el consumo de tabaco, alcohol o alimentos con olores fuertes, o algunas enfermedades sistémicas como la diabetes o la insuficiencia renal. El dentista puede ayudarnos a identificar y tratar la causa del mal aliento, así como aconsejarnos sobre cómo prevenirlo y combatirlo.

Mantener una estética dental adecuada

La estética dental es la parte de la odontología que se ocupa de mejorar el aspecto de nuestra sonrisa. Una sonrisa bonita y armoniosa nos puede aportar beneficios tanto a nivel personal como profesional, como mayor seguridad, confianza y autoestima. El dentista puede ofrecernos diferentes tratamientos estéticos, como el blanqueamiento dental, las carillas, las coronas, los implantes, la ortodoncia o la cirugía oral, para corregir defectos como el color, la forma, el tamaño, la posición o la ausencia de los dientes.

Prevenir y detectar el cáncer oral

El cáncer oral es un tipo de cáncer que se origina en la boca, ya sea en los labios, la lengua, el paladar, las encías, las mejillas o la garganta. Algunos de los factores de riesgo que pueden favorecer su aparición son el tabaco, el alcohol, el virus del papiloma humano (VPH), la exposición solar, la mala higiene bucal o la falta de vitaminas.

El cáncer oral puede manifestarse con síntomas como úlceras, bultos, manchas blancas o rojas, dolor, sangrado, dificultad para masticar, tragar o hablar, o cambios en la voz. El dentista puede examinar nuestra boca en busca de signos sospechosos y, en caso de encontrarlos, derivarnos a un especialista para confirmar el diagnóstico y aplicar el tratamiento adecuado. El cáncer oral tiene un mejor pronóstico si se detecta y se trata a tiempo.

¿Cada cuánto tiempo deberíamos ir al dentista?

La frecuencia con la que se debe ir al dentista depende de varios factores, como la edad, el estado de salud bucodental, el riesgo de padecer enfermedades o el tipo de tratamiento que se esté realizando. No obstante, hay una recomendación general que se aplica a la mayoría de las personas: ir al dentista al menos una vez al año.

Esta visita anual nos permite hacer una revisión general de nuestra boca, para comprobar que no hay ningún problema o, si lo hay, tratarlo lo antes posible. Además, es una buena oportunidad para hacer una limpieza dental profesional, que elimina el sarro y la placa que no podemos quitar con el cepillado y el uso del hilo dental.

Sin embargo, hay casos en los que se recomienda ir al dentista con más frecuencia, como por ejemplo:

Los niños

Los niños deben ir al dentista desde que les salen los primeros dientes de leche, alrededor de los 6 meses de edad. A partir de entonces, se recomienda que vayan cada 6 meses, para controlar el desarrollo de su dentición, prevenir las caries, aplicar tratamientos preventivos como el flúor o los selladores, y educarlos sobre la importancia de la higiene bucal. Si los niños han tenido caries en el pasado, se puede aumentar la frecuencia de las visitas a cada 4 meses.

Las personas con alto riesgo de caries o enfermedades de las encías

Algunas personas tienen más probabilidades de sufrir caries o enfermedades de las encías, debido a factores como la genética, la dieta, el consumo de tabaco o alcohol, la falta de higiene, el uso de ciertos medicamentos, o la presencia de enfermedades sistémicas como la diabetes o el VIH. Estas personas deben ir al dentista cada 6 meses o incluso cada 3 meses, para hacer una evaluación de su riesgo y aplicar medidas preventivas o correctivas.

Las mujeres embarazadas

El embarazo es una etapa en la que se producen cambios hormonales que pueden afectar a la salud bucodental. Algunos de los problemas más comunes son la gingivitis del embarazo, que se caracteriza por el sangrado e inflamación de las encías, y los tumores del embarazo, que son crecimientos benignos que pueden aparecer en las encías.

Estos problemas suelen desaparecer después del parto, pero es conveniente que la mujer embarazada acuda al dentista al menos una vez durante el embarazo, para controlar su salud bucal y evitar complicaciones.

Las personas con ortodoncia

La ortodoncia es el tratamiento que se utiliza para corregir la posición de los dientes y mejorar la oclusión y la estética dental. Existen diferentes tipos de ortodoncia, como los brackets, los alineadores invisibles o los aparatos removibles.

Las personas que llevan ortodoncia deben acudir al dentista con regularidad, para que el profesional revise el progreso del tratamiento, ajuste los aparatos y resuelva cualquier duda o problema que pueda surgir. La frecuencia de las visitas depende del tipo de ortodoncia y del caso de cada paciente, pero suele ser entre cada 4 y 8 semanas.

Las personas con implantes dentales

Los implantes dentales son piezas de titanio que se insertan en el hueso maxilar o mandibular para sustituir la raíz de los dientes perdidos. Sobre los implantes se colocan las prótesis dentales, que pueden ser fijas o removibles, y que tienen el aspecto y la función de los dientes naturales.

Los implantes dentales son una solución eficaz y duradera para recuperar la estética y la funcionalidad de la boca, pero requieren de un cuidado especial para evitar complicaciones como la periimplantitis, que es la inflamación e infección de los tejidos que rodean al implante. Las personas que tienen implantes dentales deben ir al dentista cada 6 meses o cada año, para que el profesional revise el estado de los implantes, las prótesis y la salud bucal en general.

¿Qué hacer si no podemos ir al dentista?

A veces, puede haber situaciones que nos impidan ir al dentista con la frecuencia recomendada, como la falta de tiempo, de dinero, de cobertura sanitaria o de acceso a los servicios odontológicos. En estos casos, es importante que no descuidemos nuestra salud bucodental y que sigamos unas pautas básicas para mantener nuestra boca en buen estado:

Cepillarse los dientes al menos dos veces al día, preferiblemente después de cada comida

El cepillado dental es la base de la higiene bucal, ya que elimina los restos de comida y las bacterias que se acumulan en la superficie de los dientes y las encías. Para que el cepillado sea efectivo, se debe usar un cepillo de dientes adecuado, con cerdas suaves y un tamaño que se adapte a nuestra boca, y una pasta de dientes con flúor, que refuerza el esmalte y previene las caries. Se debe cepillar los dientes con movimientos suaves y circulares, sin olvidar ninguna zona, y durante al menos dos minutos.

Usar el hilo dental o los cepillos interdentales al menos una vez al día

El cepillado dental no es suficiente para limpiar los espacios entre los dientes, donde se suelen alojar las bacterias y el sarro. Por eso, es necesario complementar el cepillado con el uso del hilo dental o los cepillos interdentales, que son unos instrumentos que se introducen entre los dientes y que permiten eliminar la placa y los restos de comida que el cepillo no puede alcanzar. Se debe usar el hilo dental o los cepillos interdentales con cuidado, sin forzar ni dañar las encías, y siguiendo las instrucciones del dentista o del fabricante.

Enjuagarse la boca con un colutorio adecuado

El enjuague bucal es un producto que se usa para enjuagar la boca después del cepillado y el uso del hilo dental o los cepillos interdentales. El enjuague bucal ayuda a eliminar las bacterias que quedan en la boca, a refrescar el aliento y a prevenir las caries, las enfermedades de las encías y el mal aliento. Sin embargo, no todos los enjuagues bucales son iguales, y se debe elegir el más adecuado para cada caso, según las necesidades y las indicaciones del dentista.

Algunos enjuagues bucales contienen alcohol, que puede resecar la boca y favorecer el crecimiento de bacterias, por lo que se deben evitar. También se deben evitar los enjuagues bucales que contienen clorhexidina, que es un antiséptico muy potente, pero que puede provocar manchas en los dientes, alteración del gusto y alteración de la flora bucal, si se usa de forma prolongada o sin supervisión profesional.

Llevar una dieta equilibrada y evitar el consumo de tabaco, alcohol y otras sustancias nocivas

La alimentación y los hábitos de vida también influyen en la salud bucodental. Una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras, cereales integrales, lácteos, carnes magras y pescados, nos aporta los nutrientes necesarios para mantener una boca sana. Por el contrario, una dieta rica en azúcares, grasas, alimentos procesados y bebidas ácidas o carbonatadas, puede favorecer la aparición de caries, erosión dental y otras enfermedades bucodentales.

El tabaco, el alcohol y otras sustancias nocivas, como las drogas, también tienen efectos negativos para la salud bucodental, ya que pueden provocar manchas, mal aliento, sequedad bucal, irritación, inflamación, infección, cáncer oral y otras complicaciones. Por eso, se recomienda evitar o reducir su consumo, y en caso de hacerlo, lavarse los dientes inmediatamente después.

Ir al dentista ante cualquier síntoma o problema bucodental

A pesar de seguir una buena higiene y unos hábitos saludables, puede haber ocasiones en las que se presenten síntomas o problemas bucodentales que requieran la atención del dentista. Algunos de estos síntomas o problemas son el dolor, la sensibilidad, el sangrado, la inflamación, el enrojecimiento, las úlceras, los bultos, las manchas, la movilidad o la pérdida de los dientes, el mal aliento o los cambios en la voz.

Ante cualquiera de estos signos, se debe acudir al dentista lo antes posible, para que pueda hacer un diagnóstico y aplicar el tratamiento adecuado. No se debe esperar a que el problema se agrave o se extienda, ya que puede tener consecuencias más graves para nuestra salud bucodental y general.

Leer también: Cuánto Tiempo Duran las Carillas Dentales

Conclusión sobre ir al dentista

Ir al dentista es una medida fundamental para cuidar nuestra salud bucodental y prevenir o tratar las diferentes enfermedades o problemas que pueden afectar a nuestra boca. La frecuencia con la que se debe ir al dentista depende de cada caso, pero se recomienda hacerlo al menos una vez al año, o más a menudo si se pertenece a algún grupo de riesgo o se está realizando algún tratamiento específico.

Sin embargo, ir al dentista no es suficiente, y se debe complementar con una buena higiene y unos hábitos saludables, que nos ayuden a mantener nuestra boca sana y bonita. Además, se debe acudir al dentista ante cualquier síntoma o problema bucodental, para que pueda solucionarlo lo antes posible y evitar complicaciones mayores. Recuerda que tu boca es el reflejo de tu salud y de tu personalidad, y que merece toda tu atención y cuidado.